Ni siquiera Steve Jobs hubiera imaginado que, el quince de marzo, nos encontraríamos confinados, a causa del Covid-19, en nuestras casas sin otros medios para comunicarnos con el exterior que el teléfono y nuestro ordenador.
Ellos nos han traído las voces y las caras de las personas importantes para nosotros y han aliviado un encierro de otra manera muy peligroso desde el punto de vista psicológico.
Algunos profesionales, acostumbrados al manejo diario de las nuevas tecnologías, cuentan que su trabajo ha cambiado poco. Ese es el caso de Shop Explosion.
Como miembro de AECTA, nuestra asesoría no tiene una sede al viejo estilo, sino que comparte espacios y servicios con otros socios en un elegante palacete totalmente renovado.
Allí acudimos para reuniones con clientes, entre colaboradores, formación y otras actividades. El día a día lo realizamos mediante teletrabajo. Por este motivo, durante el confinamiento, nuestros clientes han recibido la atención habitual y los apoyos necesarios en una situación tan difícil.
Para algunos sectores, las nuevas tecnologías han sido la tabla de salvación que les ha permitido permanecer a flote durante estos meses, como a la hostelería con el reparto de comida a domicilio. Otros, gracias a las ventas online, han aumentado sus ingresos.
Pero lo más importante es que una buena parte del público les ha perdido el miedo y solicitan cada vez más servicios hasta ahora impensables. Iker Casillas está muy satisfecho con los resultados de haber invertido en una empresa que cuida y monitoriza el corazón sin necesidad de presencia física, salvando la distancia de espacio y tiempo que tiene un cardiólogo de forma habitual.
Idoven fue fundada por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en 2018, dando vida a un software basado en Inteligencia Artificial.
Ellos, clientes y empresarios, nos muestran el camino que los negocios van a tener que seguir si quieren seguir siendo competitivos.